La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es definida como una acumulación excesiva de grasas, o triglicéridos en el hígado, incluso en ausencia de un consumo significativo de alcohol. Si bien es normal que su hígado tenga un poco de grasa, la acumulación de más del 5 al 10 por ciento del peso de su hígado es problemática.
El consumo de alcohol es la principal causa de hígado graso, pero en el caso de NAFLD, es más común en personas que tienen sobrepeso u obesidad, que tienen colesterol alto o triglicéridos altos. Algunas personas desarrollan NAFLD, incluso sin ningunos de los factores de riesgo conocidos, y esta condición afecta hasta un 25 por ciento de las personas en México.
NAFLD con frecuencia no presenta síntomas, aunque puede causar fatiga, ictericia, hinchazón en las piernas y abdomen, confusión mental, y más. Si no se trata, puede hacer que el hígado se inflame, lo que se conoce como esteatohepatitis no alcohólica (NASH), o incluso contribuir al cáncer de hígado o insuficiencia hepática.
Uno de los aspectos más importantes a considerar si sufre de NAFLD es este: Llevar un Sistema de Alimentación Ancestral y hacer ejercicio podrían a menudo prevenir esta enfermedad e incluso podrían revertir en sus primeras etapas.
En su búsqueda de llevar una dieta saludable, el primer ingrediente a eliminar sería la fructosa--el azúcar que se encuentra en todo, desde jarabe de maíz de alta fructosa(JMAF) ,jugo de frutas, frutas(entre más dulces y jugosas es peor) hasta jarabe de agave. Es perjudicial cuando se consume en exceso--que es exactamente lo que hacen muchos (o la mayoría) las personas.
La fructosa es, en muchos sentidos, muy similar a alcohol en cuanto al daño que puede causarle a su cuerpo... y a su hígado. A diferencia de la glucosa, que puede ser utilizada por casi todas las células en su cuerpo, la fructosa sólo puede ser metabolizada por el hígado, debido a que su hígado es el único órgano que puede transportarla.
Dado a que toda la fructosa se transporta a su hígado, y si lleva una típica alimentación estilo occidental, que incluye altas cantidades de fructosa, termina causando estragos y dañando su hígado de la misma manera que lo hace el alcohol y otras toxinas. De hecho, la fructosa es prácticamente idéntica al alcohol en cuanto a los estragos metabólicos que causa.
Según el Dr. Lustig, profesor de Pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, la fructosa es una "toxina hepática crónica dependiente de la dosis". Y al igual que el alcohol, la fructosa es metabolizada directamente en grasa--no en energía celular, como la glucosa.
Sus hallazgos fueron publicados en la revista Academy of Nutrition and Diabetics , donde el Dr. Lustig explicó las tres similitudes entre la fructosa y su subproducto fermentación, etanol (alcohol):
Mientras escribían en la revista Hepatobiliary Surgery and Nutrition, los investigadores observaron que el rápido aumento de la prevalencia de NAFLD apoya el papel de los factores ambientales. El consumo excesivo de jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) en la soda se relacionó el NAFLD, mientras que el estudio también concluyó que "los carbohidratos ingeridos... probablemente contribuyen directamente a NAFLD que el consumo de grasa alimentaria."
Los efectos pro-inflamatorios y generadores de grasa de la fructosa parecen ser debido al agotamiento de ATP transitorio (la forma de almacenamiento químico de energía), según el estudio. Esto, a su vez, provoca la formación de ácido úrico.
La fructosa aumenta de ácido úrico a través de un proceso complejo que hace que las células quemen rápidamente su ATP, causando "un choque celular" y aumentando la muerte celular. Después de comer cantidades excesivas de fructosa, las células empiezan a carecer energía y entran en un estado de shock, como si hubieran perdido su suministro de sangre.
Las células que carecen energía se inflaman y son más susceptibles a los daños causados por el estrés oxidativo. Las células grasas en realidad se hacen "enfermizas", se inflaman debido a las cantidades excesivas de grasa. La muerte celular masiva provoca un aumento en los niveles de ácido úrico. El ácido úrico es un producto de desecho normal que está presente en la sangre. Funciona tanto como un antioxidante como un pro-oxidante cuando se encuentra dentro de las células.
Por lo tanto, si los niveles de ácido úrico son muy altos, también tiende a generar niveles dañinos dentro de las células, donde actúa como un pro-oxidante. De acuerdo con la investigación del Dr. Johnson, el ácido úrico parece asumir un papel líder en el desarrollo de problemas de salud cuando alcanza niveles en el cuerpo de 5.5 mg por dl o superiores.
En este nivel, el ácido úrico se relaciona a un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta, así como diabetes, obesidad, y enfermedad renal. El rango ideal de ácido úrico se encuentra entre los 3 a 5.5 mg por dl.
La conexión entre el consumo de fructosa y niveles elevados de ácido úrico es tan fiable que cuando se toma el nivel de ácido úrico de la sangre en realidad se puede utilizar como un marcador para la toxicidad fructosa. Ahora recomiendo que el nivel de ácido úrico sea una parte rutinaria de su análisis de sangre.
Las bebidas azucaradas, incluyendo no sólo los refrescos sino también la fruta, el jugo de frutas, limonada, ponche de frutas, y cosas por el estilo, son una importante fuente de fructosa en la alimentación de muchas personas. Una nueva investigación de la Universidad Tufts reveló que esto podría estar poniendo en riesgo su salud, ya que las personas que toman por lo menos una bebida azucarada al día tuvieron mayor riesgo de daño hepático y NAFLD.
Las bebidas azucaradas probablemente son un factor importante en las tasas alarmantes de niños que desarrollan NAFLD. Cuanto más tiempo tenga NAFLD, más probable es que se desarrolle en una enfermedad más grave como la fibrosis hepática (acumulación de tejido fibroso anormal), cirrosis (acumulación de tejido cicatrizante) y NASH.
De hecho, el estudio Hepatobiliary Surgery and Nutrition vinculó el consumo de JMAF a la gravedad de la fibrosis en pacientes con NAFLD. Por lo tanto, es muy preocupante que los niños están desarrollando este tan temprano en sus vidas. Los siguientes hechos acerca de NAFLD pediátrica son inquietantes:
La mayoría de las personas en México con sobrepeso tienen un cierto grado de resistencia a la insulina y la leptina. Esto también incluye a personas con diabetes, y muchas personas con presión arterial alta o colesterol alto (esas mismas personas están en mayor riesgo de NAFLD).
Si usted pertenece a esta categoría, sería prudente que restringiera su consumo de fructosa a 15 gramos de fructosa al día de todas las fuentes. Recuerde, la fructosa no sólo se encuentra en las bebidas azucaradas; se encuentra principalmente en la fruta y entre más jugosa y dulce es más dañina, también se encuentra en muchos alimentos procesados e incluso endulzantes "saludables" como agave.
Las personas con peso normal y que son relativamente saludables también pueden beneficiarse de disminuir su consumo de fructosa a 25 gramos al día, especialmente de alimentos que contienen jarabe de maíz de alta fructosa o azúcar, ya que los efectos de un consumo alto de azúcar y JMAF podrían provocar efectos que se acumulan a través del tiempo.
Naturalmente, las frutas también contienen fructosa pero también tienen muchos nutrientes beneficiosos y antioxidantes. Para alguien que sufre de obesidad o NAFDL, tiene que tener cuidado con consumir frutas que tienen un contenido sustancial fructosa.
Algunas frutas, como limones y limas, tienen un contenido mínimo de fructosa y son seguras. Otras frutas, como la toronja, kiwi y bayas, también tienen un contenido relativamente bajo de fructosa y altos niveles de nutrientes. Sin embargo, los jugos de frutas, frutas secas y algunas frutas que son ricas en fructosa (como peras, manzanas y ciruelas) se deben comer con moderación.
Según el Dr. Johnson, si hace ejercicio con regularidad, una pequeña cantidad de fructosa en realidad puede ser ideal ya que la fructosa acelerará la absorción de glucosa en el intestino y mejorará el rendimiento muscular. Pero realmente depende de la manera en que el cuerpo metaboliza la fructosa.
Su cuerpo normalmente no puede absorber bien la fructosa. Pero entre más fructosa consuma, más trasportadores se activaran en el intestino para absorber. Por lo tanto, más fructosa su cuerpo absorberá.
Por ejemplo, los niños delgados, únicamente tienden a absorber la mitad de la fructosa que consumen, mientras que los niños obesos que tienen NAFDL absorben cerca del 100 por ciento.
El actual tratamiento estándar de NAFLD se centra en los cambios alimenticios para promover la pérdida de peso, lo cual es importante, pero la investigación muestra que el ejercicio también es muy importante, independientemente si pierde o no peso. De hecho, con el simple hecho de hacer ejercicio por más de 150 minutos a la semana durante tres meses o aumentar el nivel de fitness, fue suficiente para que los participantes mostraran mejoras en la enfermedad de hígado graso.
Otro estudio publicado en la Revista Europea Gastroenterology and Hepatology publicada en 2006 también encontró que tres meses de orientación nutricional, además de un par de sesiones de ejercicio de una hora cada semana, ayudaron a que los adolescentes obesos mejoraran la enfermedad de hígado graso.
Antes del estudio, más de la mitad de los pacientes tenían enfermedad de hígado graso en el lado derecho de su órgano y casi la mitad la tenían en el lado izquierdo. Posteriormente, la enfermedad de hígado graso entre los—en ambos lados—disminuyó drásticamente en 29 por ciento, y casi la mitad de los pacientes jóvenes perdieron peso.
La estructura de los químicos disruptores endocrinos es similar a las hormonas sexuales naturales como el estrógeno. Al imitar las hormonas naturales, tienen una serie de efectos adversos en los seres humanos y vida silvestre, incluyendo daño en el desarrollo, reproducción, sistema inmunológico, y neurológico.
La investigación presentada en la reunión anual de la Endocrine Society en San Diego, California en el 2015, reveló que esos productos químicos y en particular el bisfenol-A (BPA), podrían contribuir a la enfermedad de hígado graso en la vida futura cuando la exposición se produce poco después del nacimiento.
En un estudio en animales, incluso breves exposiciones del químico en dosis bajas al parecer alteraron la expresión de genes en el hígado y "provocaron una reprogramación en el sistema de desarrollo en las epigenomas de los animales" de una manera que podría contribuir a la enfermedad de hígado graso. Cheryl Lyn Walker de Texas A&M Health Science Centre's Institute of Biosciences and Technology, señaló:
"Incluso una breve exposición a estos disruptores endocrinos en el momento equivocado del desarrollo tiene un efecto de por vida en la persona."
El BPA a menudo se encuentra en:
Aunque NAFDL debe abordarse principalmente a través de cambios en la alimentación y el ejercicio, evitar la exposición a los químicos disruptores endocrinos también es lógico, especialmente para las mujeres embarazadas, mujeres en edad reproductiva, bebés y niños. Es prácticamente imposible mantenerse alejado de los productos químicos disruptores endocrinos, pero sin duda puede minimizar su exposición al mantener en mente algunos principios clave.
Además de comer bien le sugerimos acuda con nosotros a una consulta para indicarle una dieta ancestral (y, en particular, limitar su consumo de fructosa) y hacer ejercicio, un compuesto vegetal también ha demostrado reducir la acumulación de grasa en el hígado, lo que podría protegerlo de NAFDL. Podría considerar este suplemento junto con cambios en su estilo de vida, sobre todo hasta que su hígado se cure y se normalice. Además, la vitamina E puede ayudar a aliviar la mayoría de los síntomas relacionados a la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), la forma más grave de NAFDL.
Un estudio probó la hipótesis de que los bajos niveles de vitamina E podrían estar relacionados a la enfermedad hepática y de hecho, encontró que en ratones transgénicos con niveles inadecuados de vitamina E hubo un aumento de estrés oxidativo, deposición de grasa y otros signos de daño hepático.
Cuando se les dio a los ratones vitamina E, la mayoría de los síntomas relacionados con NASH mejoraron. Del mismo modo, un segundo estudio que analizó la función de la vitamina E en NASH mostró que las ratas con la enfermedad del hígado que se les dio ambos d-mixed tocotrienoles y alfa-tocoferol de amplio espectro tuvieron múltiples mejoras en comparación con las que únicamente tomaron ya sea alfa tocoferoles o tocotrienoles mixtos. Los beneficios incluyen:
Al igual que NAFLD, NASH a menudo es una enfermedad de crecimiento lento que puede tomar años o décadas en desarrollarse. El proceso puede detener, e incluso revertir espontáneamente o puede progresar al empeorar la cicatrización, lo que se convertiría en cirrosis.
Una vez que esto ocurre, la progresión de la enfermedad se convertirá en insuficiencia hepática y poco se puede hacer para detenerla. Por o tanto, suplementarse con vitamina E o aumentar el consumo a través de su alimentación, puede ser un paso crucial que podría ayudarle a detener la progresión de la enfermedad.
Su salud se ve amenazada por todas las direcciones. Estamos rodeados de toxinas ambientales, alimentos ultraprocesados, campos electromagnéticos, organismos transgénicos (OGM) subsidiados por el gobierno y una variedad de otros peligros. Es simplemente imposible protegerse a menos que cuente con información saludable de vanguardia.
Las tareas más complejas pueden ser más sencillas si va paso a paso. En conjunto, Nuestro Sistema de Alimentación Ancestral le ofrece un plan de sugerencias que comprende una guía completa que puede cambiar su vida. Algunos de los temas a abordar en taller o consulta son:
Podría parecer que la salud y bienestar ya no son algo habitual. Una epidemia de opiáceos arrasa al país, la tasa de obesidad, Hipertensión Arterial (presión arterial alta), Diabetes y más está aumentando vertiginosamente, la esperanza de vida disminuye y predominan las enfermedades crónicas - degenerativas y neuro - degenerativas. Nuestras comunidades están siendo afectadas en todos los niveles y la única forma de revertir esa tendencia es a través de la educación y ejemplo personal. Nuestro plan de sugerencias le proporciona las herramientas que necesita para tomar el control de su salud. Ha llegado el momento de la revolución—una revolución saludable.
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Referencias: