La terapia craneosacral es una terapia manual que – a través de manipulaciones delicadas y no invasivas – se centra en las estructuras del sistema craneosacral, es decir, en los músculos de la cabeza, los huesos craneales, la columna vertebral y en el sacro.
Su objetivo es también identificar las causas que provocaron la aparición de síntomas y trastornos.
Esta técnica fue descubierta por el Dr. Sutherland, que tras mucho investigar se dio cuenta y comprobó que los huesos del cráneo no están soldados y que realizan un movimiento o fluctuación debido al pulso que genera el movimiento del líquido cefaloraquídeo a través de nuestro sistema nervioso central, desde el cráneo al sacro viajando por nuestra Columna.
Este pulso o ritmo craneosacro es el llamado Impulso rítmico craneal.
Libera y reorganiza las tensiones, ya que la energía empleada en mantener esa lesión o contracción se libera y nos genera una sensación de liberación y relajación muy intensa.
Las tensiones a nivel del cráneo nos generan muchas lesiones imperceptibles a nivel médico pero que afectan a muchas estructuras viscerales y del aparato locomotor y tratándolas podemos liberarlas.
A parte, este tratamiento no sólo actúa a nivel físico, también restablece la salud a nivel emocional, actúa sobre el sistema nervioso central y periférico y sobre el sistema hormonal, ya que uno de los huesos más importantes del cráneo, el esfenoides, integra la silla turca, lugar donde localizamos la hipófisis que es la directora de orquesta de todas las hormonas de nuestro cuerpo. Por tanto a nivel emocional actúa sobre el estrés, fobias, ansiedad…
El sistema craneosacral está conectado al sistema musculo esquelético a través del sistema vascular y el sistema nervioso simpático y parasimpático.
Los beneficios del masaje craneosacral son varios:
Mejora la capacidad del cuerpo para recuperarse del dolor y de diversas disfunciones
Alivia dolores y tensiones.
Actúa sobre el sistema hormonal e inmunológico y los estados psicológicos y emocionales
El tacto ligero y la liberación facial actúan sobre los dolores de cuello, espalda, hombros, sobre las tensiones musculares, aliviando el estrés y dando un profundo sentido de relajación.
La terapia craneosacral se aplica en la prevención y el tratamiento de disfunciones y enfermedades, entre ellas:
Las sesiones de masajes craneosacral suelen durar aproximadamente 60 minutos.
Para las mismas no tendrás que quitarte la ropa, solamente los zapatos para que puedas subir cómodamente a la camilla.
Así como también deberás retirar cualquier accesorio como collares, relojes o pendientes que lleves puesto.
Debes tener en cuenta que esta no es una terapia dolorosa. Al contrario, los masajes que realiza el especialista en cuestión son bastante suaves. El terapeuta buscará tu impulso rítmico craneal para evaluar que sea el adecuado o realizar cualquier acción que permita el mejor flujo del mismo.
Una vez que salgas de una sesión de terapia craneosacral, podrás constatar por tu cuenta la presencia de los beneficios que este tipo de masaje genera.
Esto es posible gracias a que el terapeuta, al practicar un masaje craneosacral es capaz de estimular el poder de curación que el organismo de cada uno de nosotros tiene.
Es gracias a esto que los beneficios y la sensación de bienestar tras acudir a una sesión craneosacral se pueden seguir sintiendo durante inclusive un par de semanas.
Mientras más sesiones de terapia craneosacral realice, mejores serán los resultados.
La cantidad de sesiones que un paciente debe recibir variará según su condición y el nivel de gravedad de la misma.
Todo el mundo puede beneficiarse, incluidos los grupos más débiles clásicos: mujeres embarazadas, bebés y personas mayores.
En cambio, es mejor evitar esta terapia en presencia de lesión cerebral, aneurisma, accidente cerebrovascular, conmoción cerebral o trauma, fracturas de cráneo, vértebras y costillas.