Bastantes investigaciones indican que los trastornos cerebrales son el resultado de la exposición excesiva a las toxinas procedentes de múltiples fuentes, incluyendo la madre, mientras él bebe está en el útero.
Otro factor crítico parece estar relacionado con las bacterias intestinales, que son sin duda alguna afectadas negativamente por las exposiciones tóxicas de todo tipo, desde los alimentos, el ambiente y la medicina.
Cuanto más aprendemos acerca de las funciones del microbioma humano, más nos damos cuenta de que las bacterias pueden de hecho ser responsables de una gran mayoría de condiciones de salud humana. Como se señaló en un artículo anterior por Experience Life :
" La idea de que tenemos más células microbianas que células humanas va en contra de la creencia largamente sostenida de que nuestra salud está principalmente orquestada por instrucciones incrustadas en nuestro ADN.
Los científicos trabajaron duro para descifrar el genoma humano, pero, recientemente, se dieron cuenta de que nuestros códigos genéticos resultaron insuficientes para curar la enfermedad. Los investigadores finalmente se dieron cuenta de que tenían que tener en cuenta y analizar el microbioma humano para obtener una idea más clara de cómo se mantiene la salud y el bienestar."
Los investigadores ahora están empezando a entender cómo el microbioma de un niño puede desempeñar un papel, ya sea al exacerbar o incluso causar síntomas de autismo. Como se ha señalado por la revista Scientific American :
"El autismo es un trastorno principalmente del cerebro, pero la investigación sugiere que tanto como nueve de cada 10 personas con la condición también sufren de problemas gastrointestinales tales como la enfermedad inflamatoria intestinal y el ‘intestino permeable’...
Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo si la composición de las bacterias en los intestinos, conocidos como el microbioma intestinal, puede ser anormal en las personas con autismo y si podrían ser los causantes de algunos de estos síntomas.
Ahora una serie de nuevos estudios apoya esta noción, y sugiere que al restaurar el equilibrio microbiano adecuadamente podría aliviar algunos de los síntomas conductuales del trastorno.”
De hecho, esto es precisamente el equipo de esta página web ( www.alimentacionancestral.com ) supuso cuando creó el Sistema de Alimentación Ancestral, el cual fue diseñado para restaurar la integridad de la mucosa intestinal.
Según la Dra. Campbell-McBride, la mayoría de los problemas cerebrales generalmente están conectados a lo que está pasando en su sistema digestivo. Ella pudo haber sido de la primera en descubrir una conexión muy importante entre la flora intestinal dañada en las mujeres embarazadas y los problemas de desarrollo en sus hijos, en especial el autismo.
Esta comprobado que el Sistema de Alimentación Ancestral es de vital importancia para la mayoría, ya que la mayoría de las personas tiene muy mala salud intestinal debido a la mala alimentación y la exposición a sustancias tóxicas, pero esto es claramente cierto en las mujeres embarazadas y los niños pequeños.
Según la Dra. Campbell-McBride, en niños la toxicidad que fluye desde su intestino a través de sus cuerpos y en sus cerebros desafía continuamente su sistema nervioso, evitando que realice sus funciones normales y que procese la información sensorial.
El síndrome del Intestino puede manifestarse en una amplia gama de síntomas, encajando con el diagnóstico ya sea de autismo, o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno de déficit de atención (TDA) y sin hiperactividad, dislexia, dispraxia, o el trastorno obsesivo-compulsivo, sólo por nombrar unas pocas posibilidades.
En un reciente experimento realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, las heces de niños autistas y saludables fueron comparadas para evaluar la composición de sus microflora. Como se esperaba, los niveles de colonias bacterianas varían de forma significativa entre los dos grupos.
Otro estudio, publicado el año 2013 en la revista PloS One , también encontró que los niños autistas claramente tienen diferentes microbioma en comparación con los niños sanos. Cabe destacar, que tenían menos bacterias saludables, tales como Bifidobacterium. Los niños autistas también tenían niveles significativamente más altos de compuestos orgánicos volátiles (VOC).
Los autores sugieren que la implementación de un régimen pre-y con probióticos podría ser una herramienta útil para el tratamiento con el fin de restaurar el equilibrio microbiano. También señalaron que ciertos índices microbianos pueden ser una característica del autismo.
"Una pregunta abierta es si estas diferencias microbianas impulsan el desarrollo de la condición o son una consecuencia de ella. Un estudio publicado en diciembre del 2013 en la revista Cell 7 apoya la idea anterior," dijo Scientific American 8 sobre el reporte.
Cuando los investigadores del Instituto de Tecnología de California incitaron síntomas similares al autimo en ratones utilizando un paradigma establecido que involucró infectar a sus madres con una molécula similar al virus durante el embarazo, encontraron que después del nacimiento, los ratones habían alterado las bacterias intestinales en comparación con los ratones sanos.
Al tratar a los roedores enfermos con una bacteria que beneficia la salud llamada Bacteroides fragilis, los investigadores fueron capaces de atenuar algunos, pero no todos, de sus síntomas conductuales. Los ratones tratados tenían menos conductas ansiosas y estereotipada y se hicieron más vocalmente comunicativos.”
Se dice que el estudio Caltech publicado en Cell es el primero en demostrar que las alteraciones en las bacterias intestinales pueden influir directamente en los comportamientos similares al autismo en ratones. Investigaciones anteriores han demostrado que los probióticos pueden servir como un tratamiento alternativo a los medicamentos antidepresivosen pacientes con depresión y ansiedad.
De hecho, ahora estamos viendo el aumento de la "psiquiatría nutricional", que considero es un gran paso en la dirección correcta. En un artículo publicado en la revista Physiological Anthropology a principios de este año, los autores hablaron sobre la importancia de los alimentos fermentados para la salud mental.
Señalaron que la fermentación produce variedades de fitoquímicos y flavonoides que no están presentes en la alimentación humana, los cuales pueden alterar fácilmente el perfil microbiano en los intestinos. Ellos escriben:
"El consumo de alimentos fermentados puede ser particularmente relevante a la investigación emergente que vincula las prácticas alimentarias tradicionales y la salud mental positiva. La medida en que los artículos alimenticios tradicionales pueden mitigar la inflamación y el estrés oxidativo puede ser controlada, al menos en cierto grado, por la microbiota.
Nuestra opinión es que la fermentación controlada adecuadamente a menudo puede amplificar el nutriente específico y el contenido fitoquímico de los alimentos, el valor final de ellos podría estar relacionado con la salud mental; además, también hablamos que los microbios asociados con los alimentos fermentados también pueden influir en la salud cerebral a través de vías directas e indirectas.”
En noticias relacionadas, otro reciente estudio, sugiere que las mujeres mayores de 35 años que tienen deficiencia de hierro durante el embarazo, concurrente con una condición metabólica, tienen un riesgo cinco veces mayor de tener un hijo autista. Según The Scotsman :
"Los niveles bajos de hierros se relacionaron con el riesgo más alto si la madre tenía 35 años o más años al momento de dar a luz o si sufría de enfermedades metabólicas como hipertensión, obesidad o diabetes."
Hace tres años, la Profesora Asistente Rebecca Schmidt de la Universidad de California reportó una asociación entre la administración de suplementos de ácido fólico y un menor riesgo de autismo. En su último estudio, se descubrió que el consumo de hierro durante el embarazo también desempeña un papel. Según la profesora Schmidt:
"La deficiencia de hierro, y la anemia siendo su consecuencia, es la deficiencia más común de nutrientes, especialmente durante el embarazo, que afecta del 40 al 50 por ciento de las mujeres y sus bebés. El hierro es esencial para el desarrollo temprano del cerebro, lo que contribuye a la producción de neurotransmisores, proceso de la mielinización y la función inmune. Estas tres vías se han relacionado con el autismo."
Hasta ahora, la evidencia ha señalado a la toxicidad ambiental, disfunción intestinal, y ciertas deficiencias nutricionales como los contribuyentes al autismo. También está la cuestión de los daños inducidos por la vacuna. Un estudio publicado en la edición de septiembre del 2014 de la Revista Public Health and Epidemiology revela una correlación significativa entre el autismo y tres vacunas específicas:
Según lo informado por Global Research:
"Mediante el uso de análisis estadístico y los datos del Gobierno de Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca y Australia Occidental, los científicos de Sound Choice Pharmaceutical Institute (SCPI) encontraron que los aumentos en el trastorno de autismo corresponden con la introducción de las vacunas que utilizan líneas de células de fetos humanos y contaminantes retrovirales . Aún más alarmante, el Dr. Theresa Deisher, científico jefe y fundador SCPI señaló que, "No sólo son las vacunas humanas fetales contaminados asociados con el trastorno autista en todo el mundo, sino también con la leucemia y los linfomas infantiles epidemia."
El factor decisivo principal fue la introducción de vacunas hechas con líneas celulares fetales de humanos que contienen contaminantes fetales y retrovirales. Las líneas celulares en cuestión se conocen como WI-38. Según los autores, las tasas de autismo aumentan bruscamente cada vez que lanzan una nueva vacuna de este tipo. En los Estados Unidos, las tasas de autismo aumentaron en 1980-1981 a raíz de la aprobación de MeruvaxII y MMRII, ambas hechas con líneas celulares WI-38 de fetos humanos. Otro aumento en la prevalencia del autismo se produjo en 1988, correspondiente a tres factores:
En 1995, las tasas de autismo aumentaron nuevamente en respuesta a la introducción de la vacuna Varivax contra la Varicela. En conclusión, los autores señalan que "el aumento de la prevalencia del trastorno de autismo está directamente relacionado con las vacunas fabricadas utilizando células fetales humanas". El momento de este estudio condenatorio es asombroso. A finales de agosto, el Dr. William Thompson, un científico investigador del Centro Nacional de Inmunizaciones y Enfermedades Respiratorias (NCIR) en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), afirmó que el CDC encubrió una conexión entre la vacuna y el autismo en relación con la vacuna triple vírica. Ahora parece que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) también sabía que había problemas de seguridad relacionados con el uso de las líneas celulares de fetos humanos. Como señaló Global Research:
"En lugar de llevar a cabo estudios de seguridad [la FDA] regula la cantidad de ADN humano que podría estar presente en una vacuna a no más de 10ng. Por desgracia, el equipo del Dr. Deisher descubrió que los niveles de ADN fetal variaron de 142ng - 2000ng por dosis, más levados del llamado nivel "seguro."
"Hay un gran número de publicaciones sobre la presencia de HERV (retrovirus endógeno humano - el único retrovirus endógeno re-activable) y su asociación con el linfoma infantil", señaló el Dr. Deisher. "Las vacunas MMR II y varicela y de hecho todas las vacunas que se propagan o hechas utilizando líneas celulares WI-38 están contaminados con este retrovirus. ¡Y tanto los padres como los médicos tienen derecho a saber esto!"
En su investigación, la Dra. Campbell-McBride descubrió que casi todas las madres de niños autistas tienen una flora intestinal anormal, lo cual es significativo porque los recién nacidos heredan la flora intestinal de sus madres al momento del nacimiento. Establecer la flora intestinal en los primeros 20 días o menos de vida juega un papel crucial en la maduración del sistema inmune de su bebé.
Es importante entender que los bebés que desarrollan una flora intestinal anormal tienen problemas con su sistema inmunológico , lo que los pone en mayor riesgo de sufrir reacciones a la vacuna. Si su bebé tiene flora intestinal anormal, las vacunas pueden ser “la gota que derramo el vaso” - el detonante que "prepara" a su sistema inmunológico para desarrollar problemas de salud crónicos.
La mejor manera de prevenir GAPS es que la madre evite todos los alimentos procesados, azúcar, antibióticos (como la carne de CAFO y jabones antibacterianos) y las píldoras anticonceptivas antes de la concepción ya que estos crean el desarrollo de levadura y hongos y también causan permeabilidad en el intestino. Esto se puede fortalecer por la lactancia materna y evitar el uso de antibióticos durante (intraparto) y después de dar a luz. Es también una buena idea asegurarse que el microbioma de su bebé este sano antes de recibir cualquier vacuna. Afortunadamente, es posible identificar GAPS en las primeras semanas de vida de su bebé, que pueden ayudarlo a tomar decisiones más informadas acerca de las vacunas, y sobre la manera de proceder para preparar a su hijo en el camino hacia una vida saludable.
Todo el proceso para identificar a niños que están en riesgo de desarrollar autismo por una vacuna se describe en su libro Gut and Psychology Syndrome , pero para resumir, en su práctica, comienza recopilando una historia clínica completa de los padres y su salud intestinal se evalúa. Luego, dentro de los primeros días de vida, las heces del niño puede ser analizada para determinar el estado de su flora intestinal, seguida por una prueba de orina para detectar metabolitos, que le puede dar una idea del estado del sistema inmunológico de su hijo. Estas pruebas están disponibles en la mayoría de los laboratorios de todo el mundo y cuestan una cantidad muy razonable, alrededor de $80 a $100 USD, por prueba.
Es absolutamente VITAL llevar a cabo este análisis ANTES de considerar la vacunación de su hijo. Si los resultados de las pruebas son normales, la probabilidad de autismo después de las vacunas se reduce drásticamente. Como lo afirma la Dr. Campbell-McBride, ella todavía tiene la tarea de encontrar a un niño autista con una flora intestinal normal. Si usted encuentra que su bebé tiene la microflora intestinal anormal, o comienza a desarrollar síntomas de autismo de un año o dos más tarde, debe iniciar rápidamente el programa GAPS, ya que entre más rápido empiece el tratamiento, mejores resultados obtendrá.
Los alimentos procesados, refinados en general destruirán su microflora saludable y alimentaran las bacterias malas y las levaduras, así que limitar o eliminar estos de su alimentación debe ser en la parte primordial de su lista. Implementar nuestro Sistema de Alimentación ancestral recientemente actualizado es una manera simple de reducir automáticamente su consumo de azúcar de todas las fuentes. Los alimentos procesados causan estragos en su intestino en un número de maneras diferentes:
Sus bacterias intestinales también son muy sensibles y pueden sufrir daños por:
Su salud se ve amenazada por todas las direcciones. Estamos rodeados de toxinas ambientales, alimentos ultraprocesados, campos electromagnéticos, organismos transgénicos (OGM) subsidiados por el gobierno y una variedad de otros peligros. Es simplemente imposible protegerse a menos que cuente con información saludable de vanguardia.
Las tareas más complejas pueden ser más sencillas si va paso a paso. En conjunto, Nuestro Sistema de Alimentación Ancestral le ofrece un plan de sugerencias que comprende una guía completa que puede cambiar su vida. Algunos de los temas a abordar en taller o consulta son:
Podría parecer que la salud y bienestar ya no son algo habitual. Una epidemia de opiáceos arrasa al país, la tasa de obesidad, Hipertensión Arterial (presión arterial alta), Diabetes y más está aumentando vertiginosamente, la esperanza de vida disminuye y predominan las enfermedades crónicas - degenerativas y neuro - degenerativas. Nuestras comunidades están siendo afectadas en todos los niveles y la única forma de revertir esa tendencia es a través de la educación y ejemplo personal. Nuestro plan de sugerencias le proporciona las herramientas que necesita para tomar el control de su salud. Ha llegado el momento de la revolución—una revolución saludable.
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Referencias: