Los avances en la ciencia son continuos (así como polémicos), sin embargo, algo de lo más prometedor y destacable que haya salido a la luz desde hace un tiempo, son las nuevas investigaciones que apoyan el potencial que posee la vitamina C para prevenir el avance de varias formas del cáncer.
En concreto, la vitamina C puede impedir que las células madre de la leucemia se multipliquen, lo que podría prevenir el avance de ciertas formas de cáncer en la sangre, según revela la revista Cell, además de cáncer de páncreas, de colon, de hígado y ovárico, según otras notables revistas médicas e informes científicos.
Una enzima conocida como Tet metilcitosina dioxigenasa 2 (TET2) tiene la capacidad de hacer que las células madre "se transformen" en células sanguíneas normales y maduras que eventualmente mueren como las células normales. El estudio explica que las células madre son "células sin distinción que aún no han adquirido una identidad y una función específica."
Esta capacidad ayuda a los pacientes con algún tipo cáncer en la sangre, como leucemia aguda y crónica, ya que sus células madre no han madurado, como tal.
Las células cancerígenas pueden regenerarse y "renovarse" asiduamente y después bloquear la capacidad del cuerpo para producir glóbulos blancos normales, lo cual todo el mundo necesita en su sistema inmunológico para combatir infecciones; algunos científicos denominan a estas células como "defectuosas".
Los científicos descubrieron que una disminución del 50 % en la actividad del TET2 puede ser suficiente para inducir el cáncer, pero el índice debe permanecer bajo para que la enfermedad siga avanzando. New Scientist menciona que en los Estados Unidos anualmente las mutaciones en el gen TET2, se encuentran en aproximadamente 42 500 casos de cáncer.
Cada año, cerca de 13,000 personas en los Estados Unidos se les diagnostica con síndrome displásico mieloide (MDS por sus siglas en inglés y que a veces se le denomina, preleucemia) y alrededor de 20 000 con leucemia mieloide aguda (AML por sus siglas en inglés).
Luisa Cimmino, Ph.D., autora principal y profesora asistente en el departamento de patología en el Centro de Cáncer Perlmutter de Langone de la Universidad de Nueva York, explicó que algunos pacientes con leucemia tienen una mutación genética que disminuye la enzima TET2 en sus cuerpos a porcentajes variables:
Las estadísticas anteriores, así como investigaciones previas, vislumbraron a Cimmino y a sus adeptos para comprobar si podían estimular la enzima TET2 genéticamente con vitamina C. De acuerdo con Medical News Today:
"Los investigadores modificaron genéticamente a algunos ratones para que carecieran de la enzima, habiendo diseñado modelos de ratón con el gen TET2 'activado' y 'desactivado'.
Cuando el gen se desactivó, los investigadores encontraron que las células madre comenzaron a fallar. Cuando los investigadores volvieron a activar el gen, estos fallos se invirtieron.
Los investigadores sabían que en la leucemia y en otras enfermedades de la sangre que dependen del mal funcionamiento genético del TET2, sólo una de las dos copias del gen TET2 está alterada.
Por lo tanto, formularon la hipótesis de que administrar una alta dosis de vitamina C por vía intravenosa podría compensar la copia defectuosa del gen al amplificar la acción de la copia que todavía funciona con normalidad."
Cuando se añadieron dosis muy altas de vitamina C diariamente por 24 semanas, la progresión de la leucemia se ralentizó. En resumen, funcionó. De hecho, el patólogo Iannis Aifantis señaló: "Notamos que eso detiene el crecimiento".
Cimmino añadió que el tratamiento con vitamina C también tuvo un efecto sobre las células madre leucémicas que se asemejaba al daño del ADN. Después de inyectar a los ratones, el grupo de control que no recibió inyecciones de vitamina C tuvo tres veces el número de glóbulos blancos, un indicio de pre-leucemia. New Scientist además explicó que:
"[Dr. Benjamin] Neel, [director del Centro de Cáncer Perlmutter], espera que las altas dosis de vitamina C eventualmente se incorporen en las terapias contra el cáncer. Las personas que tienen leucemia mieloide aguda son a menudo de edad avanzada y pueden morir por los efectos de la quimioterapia. La vitamina C en combinación con los medicamentos contra el cáncer, puede proporcionar un enfoque alternativo. " 9
Descubrieron que las dosis altas de vitamina C tenía la capacidad de estimular un mecanismo genético para activar la función del gen TET2 a través de otro mecanismo que se denomina desmetilación del ADN, el cual incita a los genes que les indican a las células madre madurar y morir como debieran.
Un estudio similar incluso describió a las altas dosis de vitamina C como "compensadoras" de las mutaciones del TET2 y restauradoras de la función normal, lo cual es extraordinario ya que la transformación de células normales a células leucémicas suele ser irreversible.
Para los pacientes con leucemia y con las mutaciones genéticas que se mencionaron anteriormente, esta investigación ofrece la esperanza de que el tratamiento intravenoso con vitamina C será una clave para desbloquear la desmetilación del ADN, sobre todo porque en ensayos clínicos simultáneos, la misma terapia cesó exitosamente las células madre de la leucemia, pues los investigadores trasplantaron a los ratones dichas células humanas con el fin de que crecieran en ellos.
Los investigadores no se detuvieron allí. Descubrieron que la vitamina C aumentaba su eficacia si se combinaba con una clase de medicamento contra el cáncer.
Los medicamentos contra el cáncer se llaman inhibidores de PARP, un tipo de medicamentos que como Cimmino explicó, son conocidos por causar la muerte de células cancerígenas, y también se le denomina apoptosis, pues bloquean la reparación del daño en el ADN y se les ratificó en el tratamiento de algunos pacientes con cáncer ovárico.
Cuando se implementó la terapia de vitamina C con los inhibidores de PARP, se encontró que la efectividad de la vitamina C en realidad aumentó, lo que inhibió aún más que las células de la leucemia pudiesen multiplicarse. Además, Neel explicó:
"Nuestros resultados sugieren que las a dosis altas de vitamina C--y es importante señalar que esto significa que las dosis deben administrarse por vía intravenosa-- podrían tener un beneficio terapéutico en el síndrome mielodisplásico mutante TET2, ya sea solo o en combinación con las actuales terapias de desmetilación y/o inhibidores de PARP." 10
Neel añadió que los ensayos clínicos también pueden indicar que la vitamina C con o sin inhibidores de PARP también podría ser útil para los pacientes con leucemia mieloide aguda, que también se conoce como leucemia "TET2 mutante" y, además, otro de sus colegas planea probar la vitamina C en los casos de leucemia mieloide aguda que se consideren de riesgo intermedio y alto.
Además, se dice que algunos de los miembros del equipo planean realizar más investigaciones sobre las terapias con vitamina C en combinación con los inhibidores de PARP en modelos adicionales de leucemia mieloide aguda tanto para estudios preclínicos como para muestras de pacientes primarios, así como otros agentes que podrían ser sinérgicos con la vitamina C.
A mediados del 2016, científicos del Instituto de Investigación Van Andel en Grand Rapids de Michigan, informaron que una terapia similar que utilizaba vitamina C en combinación con otro medicamento, el cual se denomina decitabine, "mejoró la capacidad de dicho medicamento para impedir el crecimiento de las células cancerígenas y desencadenar la autodestrucción celular en las líneas celulares del cáncer", declaró Science Daily. El estudio se publicó en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.
Además, en el hospital Rigshospitalet de Copenhague en Dinamarca, se lleva acabo un ensayo clínico piloto con la ayuda de pacientes adultos que sufren de MDS o AML, el cual tomó los resultados anteriores como su fundamento.
El ensayo combina la vitamina C con azacitidina, un medicamento similar que los médicos afirman es el "estándar de la terapia de atención". Como publicó Science Daily, "Muchos pacientes con cáncer son deficientes en vitamina C; el enfoque propuesto trata de corregir esta deficiencia en lugar de sobrecargar a los pacientes con la vitamina".
Peter Jones, Ph.D., coautor principal, director científico del Instituto de Investigación Van Andel y co-líder del Grupo de Investigación Van Andel Research-Stand Up to Cancer Epigenetics, dijo que, si el piloto tiene éxito, los científicos planean implementar un ensayo más extenso con el propósito de investigar el potencial estratégico de la vitamina C, no sólo porque es "sencillo" sino también porque es una estrategia rentable para mejorar las terapias de AML y MDS ya existentes.
Sin embargo, Jones señaló que es necesario tener precaución ya que no existe evidencia que un enfoque similar funcione en otros tipos de cáncer o quimioterapia. Sin embargo, otros estudios sostienen que la vitamina C en combinación con la cetosis nutricionaly ayunoantes de administrar la quimioterapia, mejora radicalmente la eficacia de esta última. Science Daily explica que la combinación de tales terapias es cada vez más común:
"Particularmente cuando se trata de enfoques epigenéticos, los cuales se dirigen a los mecanismos que controlan si los genes se 'activan' o 'desactivan'.
En el cáncer, estos interruptores activan o silencian de forma inapropiada algunos genes importantes, como los que regulan el crecimiento celular y el ciclo de vida, lo cual conduce en última instancia a tumores.
Se piensa que las terapias epigenéticas funcionan de dos maneras para corregir estos errores en las células cancerígenas--al corregir la 'posición' de los interruptores genéticos y al hacer que la célula aparezca como infectada por un virus, lo que desencadenaría el sistema inmunológico."
The Stem Cellar (el blog oficial de la Agencia de Células Madre de California) hace referencia a un estudio que se realizó en UT Southwestern y se publicó en Nature al citar a Bradley Fikes, reportero de ciencia de San Diego Tribune, quien resumió el hallazgo del estudio:
"Las células madre hematopoyéticas humanas y de ratón absorben cantidades inusualmente grandes de vitamina C. Cuando las células se agotaron de vitamina C, eran más propensas a convertirse en células con leucemia".
Sean Morrison, autor principal del estudio de Nature, aprendió dos cosas interesantes: La primera, que las "super dosis" de vitamina C en ratones, no ayudaron a reducir aún más el riesgo de leucemia, por lo que resulta sustancial encontrar la dosis correcta.
La segunda, que la vitamina C es un factor limitante en la función del gen TET2, porque "las personas tienen dos copias del gen, una de cada padre." Cuando uno de los genes está deshabilitado, es importante tomar la dosis completa de vitamina C para que el resto del gen pueda ejercer su efecto completo de supresión tumoral."
Morrison agregó que, aunque no todos los cánceres crecen o se multiplican cuando la vitamina C se agota, están bastante seguros de que ciertos casos de leucemias sí lo hacen. Pero es algo que los investigadores todavía estudian.
Neel especificó que comer muchas naranjas no va a tener los mismos efectos en los cánceres de sangre y además incrementa el cáncer, y que esta terapia no evitará que las personas desarrollen cáncer y que se le deben proporcionar altas dosis de vitamina C a los seres humanos "probablemente en combinación con otras terapias dirigidas ". Explicó:
"A los ratones se les dio 100 miligramos de vitamina C en cada inyección, el equivalente a dos naranjas aproximadamente. Pero la persona promedio pesa alrededor de 3 000 veces más que un ratón. Cualquier terapia necesitaría suministrar vitamina C por vía intravenosa ya que el cuerpo deja de captar la vitamina después de los 500 miligramos aproximadamente."
Sin embargo, como he dicho antes, la vitamina C es un suplemento muy útil que debe ser parte de la mayoría de los protocolos de tratamiento del cáncer.
Aunque como en estos estudios se describe, la única manera de conseguir cantidades extremadamente altas de vitamina C en la sangre es a través de la aplicación intravenosa que da lugar a niveles sanguíneos hasta 500 veces superiores en comparación con lo puede alcanzarse vía oral--comer alimentos altos en vitamina C y tomar suplementos de vitamina C liposomal puede ayudar.
Debe señalarse que, aunque las personas piensen que las naranjas son el alimento con el índice de vitamina C más alto, en realidad esto es falso. He aquí otros alimentos que, de acuerdo a Health.com, le proporcionarán a su cuerpo cantidades aún más saludables de esta vitamina:
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