Entre 1971 y 1974, el nivel medio de yodo cuantificado en las muestras de orina fue de 320 microgramos por litro (mcg/L). En 1988, los niveles disminuyeron a 145 mcg/L. En los últimos años, las encuestas realizadas han demostrado que los niveles se han estabilizado, excepto en las mujeres embarazadas cuyos niveles medios de orina han disminuido mucho más, hasta 125 mcg/L.
Muchas personas no saben que necesitan consumir un poco de yodo cada día para mantener niveles saludables de este micronutriente esencial. Su cuerpo requiere yodo para la función de varios sistemas orgánicos, pero comúnmente se sabe que sintetiza las hormonas tiroideas que regulan casi todos los sistemas corporales.
Diversas hormonas tiroideas secretadas por la glándula tiroides son transportadas por todo el cuerpo, en donde controlan el metabolismo y producción de energía.
Eso significa que cada célula del cuerpo depende de la producción y función de las hormonas tiroideas. La glándula tiroideses controlada por la glándula pituitaria que se encuentra en la base del cerebro.
A su vez, la glándula pituitaria es controlada por el hipotálamo. En otras palabras, se requieren varios procesos para determinar los bajos niveles de la hormona tiroidea y para indicarle a la glándula tiroides que debe comenzar a producir más.
Un estudio reciente publicado en la revista British Journal of Nutrition evaluó los daños de la leche de vaca y sus alternativas a la leche de vaca, para descubrir la posible causa de esta creciente deficiencia de yodo.
Los lácteos son moléculas del sistema inmune que llamamos inmunoglobulina, básicamente son las bombas del sistema inmune, cuando nos inyectan una vacuna (se llama vacuna por la vaca, porque se descubrió así) nos meten antígenos, son como los casquitos de los bichos, nuestro sistema inmune lo reconoce y a su vez genera bombas, eso está muy claro.
Lo que ya no sabemos es que como las bombas son análogas a los antígenos, una bomba de una especie se hace antígeno en otra especie, dicho muy sencillo, tu cuando te pones una vacuna o se la pones a tu hijo son mililitros hoy, luego dentro de seis meses y el refuerzo dentro de dos años, ahora imagínate que en lugar de tres mililitros te tomas un vaso de antígenos y en lugar de hoy y luego en seis meses y luego a los dos años, te lo tomas todos los días, le está entrando a tu cuerpo una cantidad enorme de antígenos, y estamos hablando de la leche y todos sus derivados jóvenes (quesos, crema, yogurt).
Los lácteos fomentan las bacterias, es como un cultivo como cuando vas a hacer yogurt, pones la leche, pones una cucharadita de los búlgaros, y todo se hace yogurt, eso mismo sucede en tu panza, una cucharadita de yogurt te va podrir todo el intestino por que fomenta los bichos de una vaca en una digestión completamente opuesta ese es parte del problema.
La otra parte del problema es la que ocurre con el sistema inmune, porque la leche su lugar en la naturaleza, es estar cargadas de bombas para la digestión de su propia especie, entonces cuando consumes leche de otra especie como la vaca, estas bombas que lleva la leche de vaca se convierten en agresores del cuerpo que llamamos antígenos, es lo que pasa en la fiebre reumática, todos conocemos estas historias de la fiebre reumática, que es un bicho que cuando el cuerpo lo ataca quedan restos del bicho, que son los antígenos y ese bicho si se va al corazón tu cuerpo lo ataca, por eso en la fiebre reumática hay insuficiencia cardiaca, si esos restos del bicho se van a tus articulaciones, te da artritis reumatoide, los lácteos pueden hacer lo mismo porque es un flujo enorme de antígenos.
Si caen antígenos de la leche de la vaca en la tripa le da gastritis, le da colitis te de colitis ulcerosa crónica inespecífica (CUCI), hoy en día hemos visto un aumento de enfermedades que llamamos autoinmunes como: Sjögren, lupus, pero no es el Sjögren y lupus franco en donde el cuerpo se ataca a si mismo, sería una enfermedad autoinmune, no, aquí el cuerpo parece ser que se ataca a si mismo pero no, a lo que ataca es a los cachitos de proteína de los lácteos y usted cree que es autoinmune entonces le van a inmunodeprimir pero el problema continúa, continúa y continúa.
Entonces mediante investigación cuando a la gente se le quitan los lácteos de vaca, se regula la tiroides, se quitaron las alergias, ya no había artritis, y de repente ya no había sinusitis, ya no había gripas y luego ya más interesante la diabetes tipo 1 se quitaba y eso ya fue impresionante.
Que productos tiene lácteos jóvenes: leche, yogurt, queso, crema inclusive pan, inclusive pasta, todo eso le va hacer daño, lo interesante es el nivel de daño, cuando yo digo daño ojalá nada más fuera una gastritis o se le infla la panza y ya, yo estoy hablando de artritis reumatoide deformante, estoy hablando de convulsiones, estoy hablando de miomas, de diabetes tipo 1, de diabetes tipo 2, pancreatitis aguda, son problemas de salud graves y se originan en el consumo de lácteos.
Hemos rastreado que más del 60% de enfermedades de nuestro país hoy tienen un componente importante en los lácteos, y no estamos preparados para consumir lácteos jóvenes, podemos consumir solo lácteos muy viejos y muy fermentados como un queso roquefort, un camembert, un brie con vino sin la proteína.El yodo es un micronutriente esencial que ayuda a alcalinizar el pHdel cuerpo, le proporciona a la tiroides los nutrientes necesarios para producir hormonas, protege contra el cáncer y es un agente antibacteriano natural.
Sus hormonas tiroideasson esenciales para el crecimiento y desarrollo normal de los niños, desarrollo neurológico de los bebés nonatos, durante el primer año de vida, y en la regulación del metabolismo. La deficiencia podría ser muy dañina para un cerebro en desarrollo y causar un aborto espontáneo, parto prematuro o deterioro neurológico en un recién nacido.
Antes de continuar, debemos aclarar la diferencia entre el yodo y yoduro. El yodo es la molécula absorbida por las células del cuerpo. Sin embargo, los alimentos y suplementos no contienen grandes cantidades de yodo. Por otro lado, el yoduro, tiene mayor estabilidad, y es la forma que se encuentra usualmente en los suplementos.
En el cuerpo, la molécula de yoduro se convierte en yodo, que es la forma activa requerida por la glándula tiroides.
La RDA es de 150 microgramos (mcg) por día para los adultos, 220 mcg/día para las mujeres embarazadas y 290 mcg/día para las mujeres lactantes. Sin embargo, como se muestra al disminuir la mediana de los niveles de orina, la mayoría de los adultos no consume suficiente yodo al día para alcanzar los niveles mínimos requeridos para estar saludables.
La Asociación Americana de la Tiroides (ATA, por sus siglas en inglés) definió la deficiencia de yodo en grandes poblaciones como niveles de orina de 50 mcg/L o inferiores. Probablemente, estos bajos niveles de yodo causen síntomas visibles, como bocio (inflamación de la glándula tiroides), hipotiroidismo o problemas relacionados durante el embarazo.
Son más insidiosos los problemas que exhiben una deficiencia subclínica, o niveles que no pueden sustentar la salud óptima, pero no son lo suficientemente bajos como para crear problemas inmediatos que pongan en riesgo la vida.
Los riesgos de la deficiencia de yodo subclínica no solo afectan en el desarrollo neurológico de un niño y durante la gestación o en el aumento de peso.
Casi 2 000 millones de personas alrededor del mundo no obtienen suficiente yodo a través de su alimentación, y 50 millones de personas sufren daño cerebral causado por la deficiencia.
Esta podría ser la causa más evitable de daño cerebral en bebés y niños, y sin embargo, se estima que el 36.5 % de los niños tiene deficiencia de yodo.
Incluso una pequeña deficiencia de yodo en un adulto puede disminuir hasta 15 puntos su coeficiente intelectual, lo que podría afectar su capacidad para conseguir un trabajo y conservarlo. La deficiencia subclínica también es conocida como los trastornos por deficiencia de yodo (IDD, por sus siglas en inglés) que son más sutiles que el bocio, pero podrían ser más peligrosos.
El yodo ayuda a prevenir el estrés oxidativo que puede ocasionar enfermedades crónicas, como la diabetes, aterosclerosis y artritis. Además, cuando la tiroides no funciona correctamente, podría provocar una enfermedad cardíaca. Otros tejidos en el cuerpo que también requieren yodo en cantidades considerables son:
El yodo podría tener un rol protector contra el crecimiento de las células cancerígenas. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, los investigadores han descubierto que las células cancerígenas se contraen después de inyectar yodo, algunas mueren y luego son reemplazadas por células sanas.
Además, el yodo está involucrado en la apoptosisprogramada, o muerte celular, necesaria para el desarrollo de nuevas células y eliminación de células malignas o enfermas.
La incidencia de cáncer de tiroides se ha incrementado alrededor del mundo, en parte impulsada por el avance en los exámenes de detección que podrían revelar tumores benignos pequeños, que de otro modo no hubieran causado un problema médico.
Sin embargo, también ha coincidido con la disminución en el consumo de yodo. Algunos estudios han sugerido que el yodo profiláctico en poblaciones deficientes podría disminuir el diagnóstico de formas de cáncer de tiroides más agresivas.
Asimismo, el yodo es vital para la salud de los senos en mujeres lactantes y de edad avanzada. La deficiencia podría ocasionar la enfermedad fibroquística o cáncer de mama. El tejido mamario humano y la leche materna contienen mayores concentraciones de yodo que la glándula tiroides, ya que el yodo es esencial para el desarrollo del cerebro de un recién nacido.
Sin embargo, también desempeña un rol importante en la salud del tejido mamario ya que ejerce un poderoso efecto antioxidante. Cuando el tejido mamario es deficiente en yodo manifiesta niveles elevados en los indicadores de peroxidación lipídica, uno de los primeros signos de desarrollo de cáncer.
El tejido mamario con deficiencia de yodo también demuestra mayores niveles las proteínas receptoras de estrógenos y alteraciones en el ADN. Cuando los niveles de yodo de una mujer son bajos, estimula una mayor producción de estrógeno en los ovarios, lo que promueve el crecimiento del tejido mamario.
De igual manera, el yodo ayuda a regular los niveles de cortisol, lo cual está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama. Al comparar la alimentación japonesa y occidental contra la incidencia de cáncer, estas diferencias se vuelven aún más evidentes.
Las tasas de cáncer de mamade las mujeres que viven en Japón y su alimentación alta en yodo son 66 % más bajas, en comparación con las mujeres de los Estados Unidos.
Sin embargo, una vez que una mujer japonesa se muda a los Estados Unidos, su probabilidad de cáncer de mama se eleva al nivel promedio del pais. Las células que recubren el estómago también acumulan los efectos antioxidantes del yodo.
Las personas que viven en poblaciones con deficiencia de yodo tienen una incidencia más elevada de bocio y cáncer de estómago. En investigaciones recientes, el mayor consumo de yodo se ha correlacionado fuertemente con una menor incidencia de cáncer de estómago.
Si bien, las mujeres tienen una mayor incidencia de deficiencia de yodo relacionada con la producción de hormonas, todos pueden presentar una absorción y uso deficiente relacionado con la contaminación ambiental. Algunos contaminantes que rivalizan con el yodo son:
• Fluoruro: El fluoruro es un halógeno que tiene un peso atómico más liviano que el yodo y puede apoderarse más fácilmente de los puntos receptores, y sustituir al yodo, lo que podría causar una deficiencia en la tiroides, células estomacales, ovarios y otros órganos. este por lo general se encuentra en las pastas dentales.
• Bromuro: Por lo general, el yodo se utilizaba en el procesamiento de la harina. Sin embargo, los fabricantes lo han reemplazado por bromuro, otro halógeno con un peso atómico menor que el yodo. Este interruptor ha reducido efectivamente el consumo de yodo y suministrado un elemento que podría rivalizar con el yodo en el cuerpo.
• Perclorato: Este es un contaminante que se encuentra en las aguas subterráneas de los Estados Unidos. Y en cantidades medibles en la leche, frutas y vegetales. En altas dosis, el perclorato podría inhibir la función de la glándula tiroides, pero incluso en dosis bajas, puede inhibir la absorción de yodo en la glándula tiroides, lo que podría originar hipotiroidismo.
• Nitratos: Estos compuestos podrían interferir con la absorción de yodo en la tiroides. Evite los nitratos añadidos que contienen las carnes procesadas, como el jamón, salchichas, tocino, salchicha para hot dogs y mariscos envasados.
• Mercurio: Hay evidencia de que el yodo podría ayudar a desintoxicar el cuerpo del tóxico mercurio, presente en el pescado, amalgamas dentales y bienes de consumo, tales como las antigüedades, dispositivos electrónicos, baterías, focos y productos farmacéuticos.
Antes de los años 20, la región de los Grandes Lagos, los Apalaches y las regiones del Noroeste de los Estados Unidos eran conocidos como el "cinturón del bocio", ya que entre el 26 y 70 % de los niños padecía la enfermedad.
En 1917, se inició un programa de profilaxis con yodo en Ohio, en el que participaron más de 2 100 niñas en edad escolar. En los años siguientes, los investigadores encontraron una incidencia significativamente menor de bocio en las niñas que habían recibido el suplemento de yodo, en comparación con las que no lo hicieron.
No fue sino hasta 1924, después de un exitoso programa de yodación en Suiza e impulsado por una serie de informes, que la sal de mesa fue fortificada con yodo. Sin embargo, las investigaciones recientes han encontrado diversos grados de yodo en la sal que indicaba contener yodo; el 53 % de las muestras tenían mucha menor cantidad de yodo que lo indicado en la etiqueta.
Los expertos consideran que los bajos niveles de yodo en la población mexicana podrían ser el resultado de varios factores, como, por ejemplo:
Su salud se ve amenazada por todas las direcciones. Estamos rodeados de toxinas ambientales, alimentos ultraprocesados, campos electromagnéticos, organismos transgénicos (OGM) subsidiados por el gobierno y una variedad de otros peligros. Es simplemente imposible protegerse a menos que cuente con información saludable de vanguardia.
Fuentes y Referencias: