Según un estudio publicado en 2013, 1 de cada 5 muertes en México está asociada con la obesidad, y entre más joven sea, mayor influencia tendrá la obesidad en su riesgo de mortalidad.
Si consideramos que, actualmente, un tercio de los niños en México que se encuentran en el rango de las edades entre 2 y 19 años--quienes tienen exceso de peso o padecen obesidad--es probable que las enfermedades crónicas y las tasas de mortalidad aumenten dramáticamente en las próximas décadas, ya que la salud de estos jóvenes ha comenzado a fallar.
Desde 1980, las tasas de obesidad infantil se han triplicado en México; la tasa de adolescentes que padecen obesidad se ha cuadruplicado de 5 a 20.5 %, y ahora, casi el 9 % de los niños, entre 2 a 5 años de edad, padecen obesidad.
Además, según investigaciones recientes, el exceso de peso durante el embarazo aumenta el riesgo de defectos de nacimiento, y cuanta mayor nivel de obesidad padezca la madre, mayor será el riesgo.
Asimismo, más de la mitad del total de los habitantes en los Estados Unidos padece una enfermedad crónica--una estadística verdaderamente impactante, si consideramos que se supone que los modernos servicios de salud son los mejores que alguna vez hayamos tenido.
Realmente, esto nos dice mucho acerca de la influencia que el estilo de vida ejerce sobre su salud, y el precio que pagamos por conveniencia.
Los alimentos procesados son los principales responsables de esta tendencia. Muchos niños son criados y alimentados con comida rápida desde el momento en que son capaces de comer alimentos sólidos, y se les proporcionan jugos y sodas endulzadas a una edad cada vez más temprana. Como fue señalado recientemente por Bruce Y. Lee, en un artículo de opinión de Forbes:
"La población humana necesita desesperadamente una intervención... de la clase que organizan sus amigos cuando se percatan de cuanto ha empeorado su problema y que necesita confrontarlo... Realmente, ¿Qué tan convincentes necesitan ser las personas?
Continuar recolectando más evidencia sin realizar muchas acciones es como continuar comprobando el nivel del agua mientras su inodoro rebosa, sin ni siquiera buscar el destapacaños.
En ambos casos, el resultado sería desastroso. Las últimas adiciones, a lo que se ha convertido en acumulación de evidencia científica, son el informe de actualización 2017 de la obesidad, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD, por sus siglas en inglés), y un estudio recientemente publicado en la revista New England Journal of Medicine (NEJM, por sus siglas en inglés)".
Según la OECD, actualmente, la tasa global de obesidad entre los adultos es 1 de cada 10, o 10 %. En 2015, el exceso de peso representó 4 millones de muertes alrededor del mundo (algo más de un 7 %).
El 39 % de las personas que murieron debido a enfermedades cardiovascularestenían exceso de peso, pero no padecían obesidad, lo que produjo una advertencia acerca de que los problemas de salud no estaban relacionados solo con la obesidad. Incluso, tener una mínima cantidad de exceso de peso podría tener un impacto significativo en su salud.
El estudio de NEJM revisó más de 1 000 estudios y datos publicados en más de 170 países, en busca de extrapolar y medir los efectos en la salud que estaban asociados con diferentes índices de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés).
Este estudio presenta un panorama aún más sombrío, al demostrar que, alrededor del mundo, un total de 12 % de los adultos padecían obesidad, así como el 5 % de todos los niños.
Cuando factoriza los que tienen un exceso de peso pero no padecen obesidad, la tasa global es de alrededor del 30 %. Todo esto refleja los estudios anteriores, estos resultados sugieren que, actualmente, existen más personas que tienen un exceso de peso en el mundo, en comparación con las personas que tienen un peso inferior al normal.
Al menos 73 países han observado que las tasas de obesidad se han duplicado desde 1980. Es preocupante, pero no es sorprendente que las tasas de obesidad hayan aumentado mucho más rápido en los niños, que en los adultos.
Lee continua con:
"Además, el estudio cuantificó la gran cantidad de sufrimiento causado por la obesidad, a través de una medida llamada años de vida modificados por una discapacidad... los cuales se traducen en el número de años perdidos por una función deteriorada.
Pero, simplemente, todo esto no es debido a que las personas se hayan vuelto más perezosas o hayan tomado peores decisiones.
Con tales números "tan elevados", esto indica que algo más significativo podría estar mal.
Ahora, demasiados países tienen sistemas inservibles (por ejemplo, tener mucha cantidad de basura en los alimentos, y en todas partes, podría afectar nuestro metabolismo, mucha basura en el Internet, televisión, en nuestros trabajos, y en nuestras vidas cotidianas, podría evitar que comamos bien, hagamos ejercicio y durmamos), donde los Estados Unidos son los que lideran este enfoque.
Y no hay suficiente cantidad de personas que puedan hacer algo para cambiar estos sistemas... "
La mayoría de los estudios, incluyendo los anteriores, utilizan el IMC para determinar si una persona tiene un peso normal o excesivo. Un IMC de 25 a 30 es considerado como tener un exceso de peso; cualquier cantidad superior a 30 significa obesidad.
Podría obtener su IMC al dividir su peso en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros. El problema es que este método no logra hacer una distinción entre los músculos y tejidos grasos. Además, no considera la actual distribución de la grasa corporal en su estructura física.
Como se señaló en un reciente artículo de Popular Science,"... La grasa del vientre podría estar oculta en su estructura de 6'2", pero aun así podría contribuir a los problemas que acaban con su vida".
Ahora, sabemos que el exceso de grasa visceral--la grasa que se acumula alrededor sus órganos internos--es mucho más peligrosa para su salud que la grasa subcutánea (la grasa más notoria que se encuentra justo debajo de la piel).
El peligro de la grasa visceral está relacionado con la liberación de proteínas y hormonas, las cuales podrían causar inflamación, que a su vez podrían dañar las arterias y entrar en el hígado, y afectar la forma en que su cuerpo descompone los azúcares y las grasas.
Dos pruebas que le podrían proporcionar una mejor idea de su composición corporal y riesgo para la salud, son su proporción cintura a cadera y su proporción altura a cintura.
Cualquiera de las dos será mucho más precisa que calcular con el IMC. Como fue señalado en un estudio realizado en 2015, los hombres que tenían un IMC normal pero padecían una obesidad central (grasa localizada alrededor de la cintura), presentaron el doble de riesgo de mortalidad, en comparación con los hombres con obesidad, en función de su índice de masa corporal, pero que no padecían obesidad central.
Para determinar su proporción altura a cintura, mida la altura y circunferencia de su cintura con una cinta para medir. La circunferencia de su cintura debe ser menos de la mitad de su altura.
Tener una proporción altura a cintura de por lo menos 2:1 está asociado con una mayor esperanza de vida y un menor riesgo de inflamación, diabetes, enfermedades cardíacas y derrame cerebral.
Su proporción cintura a cadera tiene el beneficio adicional de proporcionarle una mejor idea de la distribución real de la grasa en su cuerpo. Tener un cuerpo en forma de manzana es indicativo de que tiene más cantidad de grasa visceral perjudicial, que está relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardíacasy diabetes.
Por otro lado, tener más grasa alrededor de las caderas y glúteos, está relacionado con un menor riesgo para la salud, ya que esta grasa subcutánea no es tan dañina como la grasa que se encuentra alrededor de los órganos internos.
Dicho lo anterior, además algunos tipos de cuerpo podrían convertir a esta técnica en un método muy poco eficaz. Por ejemplo, las mujeres que son muy delgadas y tienen una estructura corporal "recta" (es decir, no tienen una figura de reloj de arena) podrían terminar en una categoría de riesgo más alto de lo que se segura.
En tales casos, es posible que deba medir tanto la altura a cintura, como su proporción cintura a cadera, para tener una mejor idea de su riesgo general.
Para determinar su proporción cintura a cadera, utilice una cinta métrica y registre la medida de su cintura y circunferencia de la cadera; posteriormente, divida la circunferencia de la cintura entre la circunferencia de la cadera.
Simplemente, no hay duda de que, los alimentos procesados son de los principales factores responsables del problema de la obesidad. Numerosos estudios han demostrado los riesgos de llevar un tipo de alimentación que consista en alimentos procesados, que sean altos en azúcares añadidos, y contengan grasas dañinas e ingredientes sintéticos.
Muy recientemente, un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition advirtió que consumir papas fritas más de dos veces por semana podría duplicar el riesgo de una muerte temprana, en comparación con no consumir papas fritas en lo absoluto.
Los investigadores creen que esto se debe al aceite para cocinar (soya, canola, maiz, cartamo etc.), el cual es alto en grasas trans. Como señaló el autor Nicola Veronese, las grasas trans elevan los niveles del colesterol LDL, un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares.
De igual manera, cuando los aceites vegetales se calientan, estos se degradan en productos de oxidación tóxicos, incluyendo a los aldehídos, que son sumamente inflamatorios y están involucrados con las enfermedades cardíacasy el Alzheimer.
Además, los aceites para cocinar son una fuente de grasas omega-6 dañadas; y tener una proporción desequilibrada de grasas omega-6 y omega-3 es otro factor que contribuye a la obesidad.
Los estudios demuestran que existe una relación entre el consumo de grasas omega-3 y tener un menor desarrollo del tejido graso, junto con una mayor cantidad de la beneficiosa grasa marrón y pérdida de peso; mientras que, consumir demasiada cantidad de grasas omega-6 promueve la acumulación del tejido graso blanco y una inflamación crónica, dos de las principales señales de advertencia de la obesidad.
Cuando se consume una gran cantidad de grasas omega-6 poliinsaturadas, estas no pueden ser quemadas como combustible. En vez de eso, se concentran en las membranas celulares y mitocondriales.
Allí, se vuelven muy susceptibles al daño oxidativo, que finalmente daña su composición metabólica. Como era de esperar, el Consejo Nacional de la Papa ha rechazado estos descubrimientos, al decir que "Son muy propensos a estigmatizar a las papas fritas--o cualquier otra presentación de la papa--como un alimento poco saludable".
Los modernos procesos de fabricación de alimentos no han podido mejorar la salud y aumentar la longevidad. Por lo que, es momento de hacer un cambio radical.
La contundente evidencia demuestra que el consumo neto de carbohidratos es un factor significativo que determina la proporción de grasa en su cuerpo; de igual manera, los granos y azúcares procesados (en particular, la fructosa) son los principales culpables de nuestra altísima tasa de obesidad, diabetesy enfermedades crónicas.
En resumen, la mayoría de las personas consumen demasiada cantidad de alimentos procesados, carbohidratos netos, grasas poco saludables y proteínas--y muy pocas grasas saludables. El resultado es un aumento de peso y la resistencia a la insulina.
El ejercicio no puede compensar el daño causado por llevar un tipo de alimentación alto en carbohidratos y bajo en grasas, y la mayoría de las personas no realizan la suficiente cantidad de movimiento físico, como para acabar con el problema. Estos factores activan una cascada de procesos metabólicos y biológicos que deterioran la salud.
En el Sistema de Alimentación Ancestral explicamos los principios de la Terapia Metabólica Mitocondrial, y las ventajas metabólicas que obtiene una vez que su cuerpo recupera la capacidad de quemar grasas como combustible.
Como ,explicamos en los talleres y consultas una causa fundamental de la mayoría de las enfermedades degenerativas es el hecho de que sus mitocondrias--las pequeñas centrales de energía ubicadas en la mayoría de las células corporales--no reciben una suficiente cantidad del combustible adecuado.
Como resultado, sus mitocondrias comienzan a deteriorarse. La disfunción mitocondrial sienta las bases para el subsecuente deterioro de varios sistemas corporales. Sus mitocondrias son alimentadas por algunos nutrientes y dañadas por otros.
Por lo tanto, una alimentación saludable implica llevar un tipo de alimentación que sustente la función mitocondrial, y la clave es tener la flexibilidad metabólica de quemar grasas.
La gran mayoría de los habitantes de nuestro planeta--quienes llevan una alimentación que se basa primordialmente en alimentos procesados--queman carbohidratos como su combustible principal, que tiene el devastador efecto de desactivar la capacidad corporal de quemar grasas.
Esta es la razón por la que la obesidad es tan frecuente, y por qué para tantas personas es casi imposible perder peso y mantenerse de esa manera. Cuando su cuerpo quema principalmente carbohidratos como combustible, también se producen una cantidad excesiva de especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) y radicales libres secundarios, que dañan las membranas mitocondriales celulares, así como el ADN.
Las grasas alimenticias saludables crean una menor cantidad ROS y radicales libres, y son un combustible de combustión más limpio. Esto sienta la base para muchos de los beneficios metabólicos de este programa. Además, las grasas son cruciales para la salud de las membranas celulares y muchas otras funciones biológicas.
La estrategia inicial de nuestro programa de Terapia Metabólica Mitocondrial consiste en restringir el consumo de carbohidratos netos, hasta que comience a quemar grasas como combustible. Para reemplazar los carbohidratos perdidos, debe consumir una mayor cantidad de grasas saludables, de modo que estas le proporcionen alrededor de un 50 a 85 % de sus calorías diarias. Algunos ejemplos de grasas saludables de alta calidad son:
Aguacates |
Aceite de coco (excelente para cocinar, ya que puede soportar temperaturas más altas sin oxidarse) |
Grasas omega-3 de origen animal |
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Frutos secos sin procesar (las nueces de macadamia y pecanas son ideales ya que tiene un alto contenido en grasas saludables, mientras que son bajas en proteínas) |
Semillas, tales como sésamo negro, comino, calabaza y de cáñamo |
Aceitunas y aceite de oliva (asegúrese de que este certificado por terceros, ya que el 80 % de los aceites de oliva son adulterados con aceites vegetales) |
Carnes de animales criados humanamente y alimentados con pastura (de pastoreo), que de preferencia sean orgánicas. |
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Yemas de huevo orgánicas y de animales criados en pastizales |
Las grasas que debe evitar incluyen a las grasas trans y poliinsaturadas sumamente refinadas que provienen de los aceites vegetales.
Es importante enfatizar que la Terapia Metabólica Mitocondrial no solamente consiste en agregar más grasas saludables a su actual alimentación, o comer tanta cantidad de grasas como desee; sino que, es absolutamente crucial restringir los carbohidratos netos, o bien, simplemente aumentar el número de calorías que consume, en nuestros talleres y consultas lo explicamos a detalle.
Lo que impulsa a su cuerpo a quemar grasas como combustible, es incrementar la cantidad de grasas y disminuir los carbohidratos netos. Consumir grandes cantidades de grasas y carbohidratos netos NO permitirá que su cuerpo realice esta transición ya que, en primer lugar, su cuerpo utilizará cualquier azúcar que esté disponible.
Otro principio esencial de la Terapia Metabólica Mitocondriales algo denominado ciclos de festín e inanición. Los ciclos del Sistema de Alimentación Ancestral se implementan una vez que haya finalizado la etapa inicial y su cuerpo haya recuperado la capacidad de quemar grasas.
En ese punto, debe comenzar a hacer y pausar los ciclos de la cetosis nutricional, a través de aumentar el consumo de carbohidratos y proteínas una o dos veces por semana (lo ideal es que lo haga los días que realice el entrenamiento de fuerza).
Para tener éxito en este programa, es importante ser preciso. No se puede adivinar cuando se trata de cuál es la cantidad de grasas, carbohidratos netos y proteínas que debe consumir. Al principio, hay que medirlos y monitorearlos. Para hacerlo necesita acudir con nosotros para llevarlo paso a paso en el proceso y con datos precisos.
Con base en los parámetros de referencias personales que ingresa, como altura, peso, porcentaje de grasa corporal y circunferencia de la cintura, calculará automáticamente las proporciones ideales de carbohidratos netos, proteínas y grasas saludables (incluyendo su proporción de grasas omega-3 a omega-6) para que realice la cetosis nutricional.
Su salud se ve amenazada por todas las direcciones. Estamos rodeados de toxinas ambientales, alimentos ultraprocesados, campos electromagnéticos, organismos transgénicos (OGM) subsidiados por el gobierno y una variedad de otros peligros. Es simplemente imposible protegerse a menos que cuente con información saludable de vanguardia.
Las tareas más complejas pueden ser más sencillas si va paso a paso. En conjunto, Nuestro Sistema de Alimentación Ancestral le ofrece un plan de sugerencias que comprende una guía completa que puede cambiar su vida. Algunos de los temas a abordar en taller o consulta son:
Podría parecer que la salud y bienestar ya no son algo habitual. Una epidemia de opiáceos arrasa al país, la tasa de obesidad, Hipertensión Arterial (presión arterial alta), Diabetes y más está aumentando vertiginosamente, la esperanza de vida disminuye y predominan las enfermedades crónicas - degenerativas y neuro - degenerativas. Nuestras comunidades están siendo afectadas en todos los niveles y la única forma de revertir esa tendencia es a través de la educación y ejemplo personal. Nuestro plan de sugerencias le proporciona las herramientas que necesita para tomar el control de su salud. Ha llegado el momento de la revolución—una revolución saludable.
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Fuentes y referencias: